Cerca de doscientos espectadores se han deleitado en el Patio de Santa Isabel con los pasajes evocadores de lo cotidiano del Premio Nacional de Poesía de 2015 y se han emocionado con la voz a flor de piel de Sara Comín, muy bien acompañada por la guitarra del maestro José Luis Arrazola
Los versos cargados de nostalgia del poeta Luis Alberto de Cuenca y la voz tan impetuosa como dulce de Sara Comín, arropada por el virtuosismo a la guitarra del maestro José Luis Arrazola, han abierto esta tarde la cuarta edición del festival de poesía de la Aljafería, tan solo la primera de las tres citas culturales en las que la poesía y la música amenizarán la llegada inminente del verano.
Bajo la tregua de una atípica tarde fresca de junio, los últimos rayos de sol han iluminado el fondo ajardinado de un Patio de Santa Isabel en el que unos doscientos afortunados han disfrutado con los pasajes evocadores de Luis Alberto de Cuenca, premiado con el Nacional de Poesía, en 2015, el de Traducción, en 1987, y de la Crítica, en 1985, entre otras muchas distinciones.
La caja de plata, El Otro sueño, El hacha y la rosa, La vida en llamas, Cuaderno de vacaciones o su reciente Bloc de Otoño… El poeta madrileño, arropado por el fondo del cantar de los pájaros, ha hecho un breve recorrido por su extensa obra en la que el amor, el anhelo por recuperar imágenes del pasado vivido, el deseo de libertad y hasta la reivindicación de las aficiones juveniles han vuelto a permitir a los espectadores recrearse con escenas de la vida cotidiana y sentirlas como propias.
La emoción la ha puesto Sara Comín. Su poderosa y versátil voz, a veces dulce y a veces desbordante, pero siempre apasionada, se ha elevado por encima del escenario y ha volado por todos los rincones del patio del palacio taifal. La melancólica Alfonsina y el mar, Aquellas pequeñas cosas, de Serrat, el Para Vivir, de Pablo Milanés, Insurrección, de Manolo García, Alma mía, de María Grever, los Peces de Ciudad de Sabina, Gardel y, por último la música de Serrat con versos de Miguel Hernández, han conformado un repertorio de lujo encumbrado por el virtuosismo a la guitarra de José Luis Arrazola. Las caricias de sus manos a las cuerdas han mecido los pasajes más melosos de la voz de Comín y la han guiado con firmeza en los momentos cumbre.
La siguiente cita en el calendario del festival, cuyas sesiones son gratuitas y de entrada libre hasta completar el aforo, será el próximo miércoles 12 a las 20:00 horas en el mismo escenario. Allí compartirán sus versos Martín López Vega, actual director de Cultura del Instituto Cervantes, Alfredo Saldaña, catedrático de Teoría de la Literatura y de Literatura Comparada de la Universidad de Zaragoza. La música correrá a cargo de Mariaconfussion, con María Pérez en la voz y Faustino Cortés, en el teclado.