La Sala Goya de la sede de las Cortes de Aragón ha sido testigo del éxito de la conferencia itinerante que ha impartido el escritor e historiador aragonés, quien ha desvelado todos los secretos del sagrado cáliz bajo la ambientación teatral y musical de Los Navegantes
La magia del Palacio de la Aljafería iluminado en la noche ha sido el escenario perfecto para la nueva conferencia itinerante impartida por el escritor aragonés José Luis Corral. Su voz y la ambientación teatral y musical de Teatro Los Navegantes ha servido para explicar el punto de unión entre el palacio taifal y el Santo Grial. Era tal la curiosidad que doscientas personas han disfrutado de las historias de Corral en la Sala Goya de la Aljafería y alrededor de cincuenta se han quedado fuera porque se ha completado el aforo.
En palabras del escritor, el Santo Grial es “la reliquia más importante de la cristiandad en la época medieval” porque fue el cáliz donde Jesucristo convirtió el vino en su sangre durante la Última Cena y, después, se la dio a beber a sus discípulos. Corral ha reconocido que se desconoce el significado de la palabra ‘Grial’, pero sí ha afirmado que dicho término “no apareció hasta el siglo XII”.
El aragonés ha calificado como “maravilloso” el Santo Grial pero ha hecho hincapié en su “confusa historia” porque “aparece y desaparece continuamente a lo largo de los años”. Esta preciada reliquia permaneció en el Monasterio de San Juan de la Peña hasta 1399, tal y como ha comentado el escritor, hasta que el rey de Aragón Martín I lo trasladó al Palacio de la Aljafería. “Aquí permaneció unos años, probablemente en la capilla San Jorge”, ha asegurado Corral.
Bajo los imponentes arcos del Patio de Santa Isabel, frente al espacio donde un tiempo pudo estar el Santo Grial, el escritor ha explicado que fue el rey Alfonso V quien entregó el Cáliz para devolver un préstamo. Por este motivo, la reliquia se encuentra actualmente en la Catedral de Valencia.
Las historias del aragonés han estado ambientadas teatral y musicalmente gracias a Los Navegantes. Estos, caracterizados de la época medieval, han teatralizado algunas leyendas para el deleite de los asistentes.