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La Asociación de Industrias de Alimentación reivindica su papel como motor económico del medio rural y reclama un plan estratégico de promoción y desarrollo

La Asociación de Industrias de Alimentación reivindica su papel como motor económico del medio rural y reclama un plan estratégico de promoción y desarrollo
El presidente Félix Longás ha propuesto a los grupos de la Cámara autonómica una serie de medidas como la unidad de marca de los productos aragoneses, el fomento de la contratación de licenciados con diversas bonificaciones y la mejora de las comunicaciones para que Aragón “deje de ser el granero y pase a ser la despensa”

La Asociación de Industrias de Alimentación de Aragón (AIAA) ha reclamado en su intervención de esta mañana en la Comisión de Comparecencias Ciudadanas y Derechos Humanos  de las Cortes de Aragón que el Ejecutivo autonómico refrende su discurso de apoyo al medio rural y al sector agroalimentario con un presupuesto acorde a sus necesidades de promoción y desarrollo y medias, como un plan estratégico transversal que implique a todos departamentos y la unidad de marca, con el fin de que Aragón “deje de ser el granero y pase a ser la despensa”.

“Queremos que la política confirme sus desvelos con el medio rural y nuestro sector y cumpla su compromiso”, ha comenzado el presidente de la AIAA, Félix Longás, convencido de la condición de “motor económico” que juega la industria agroalimentaria con un peso actualmente del diez por ciento del PIB y la “oportunidad” que tiene Aragón para su desarrollo económico y social. 
Frente a ese potencial, Longás ha planteado una serie de debilidades como la “elevada dependencia” del sector cárnico y la “atomización” de las empresas aragonesas. “El ochenta y siete por ciento de ellas cuenta con menos de veinte trabajadores y eso limita los esfuerzos para  crecer, innovar e internacionalizarse”, ha lamentado.

Pese a esos condicionantes, el vocal de la AIAA, Enrique Chueca, ha apuntado el potencial exportador de la Comunidad, que en 2019 arrojó un superávit de mil trescientos millones de euros para destacar el “impacto” que la inversión pública tiene en sus resultados. Como ejemplo, Chueca ha mencionado el sector del vino, en el que “por cada euro invertido en promoción para mercados terceros, se genera un retorno fantástico de ciento veinte euros  que van al IVA, la Seguridad Social e impuestos de todo tipo”, ha explicado.

Por su parte, José Ignacio Domingo, gerente del AIAA, ha resaltado el papel “fundamental” del sector en el empleo y el asentamiento de población en el medio rural, pese a lo cual, “no se van a disponer de los fondos que los dos últimos gobiernos prometieron”. “Se han reducido y la industria alimentaria ha multiplicado sus necesidades de inversión y, así, cuatro de cada cinco expedientes que solicitan ayudas Feader no pueden ser atendidos”, ha criticado. Para remediar esta situación, Villamayor ha planteado “un plan estratégico” de desarrollo del sector “que fomente la promoción y la internacionalización, que sea transversal e implique a todos los departamentos con la coordinación del Gobierno de Aragón.

Las infraestructuras también juegan un papel fundamental a juicio de Luis Villamayor, vocal de la junta directiva de la asociación agroalimentaria, para quien hay que conseguir la reapertura de Canfranc, mejorar las carreteras ante el trasiego diario de doscientos camiones diarios que atraviesan los Pirineos y construir apartaderos alimentarios para aprovechar la saturación de los puertos de Tarragona y Barcelona. También ha considerado oportuno desarrollar las conexiones eléctricas y lograre una conexión a internet que sea “perfecta”. A ese listado de reivindicaciones ha añadido el impulso del clúster de la alimentación y la mejora de los regadíos para “mejorar los rendimientos agrícolas, lo que ayudaría a diversificar la producción y ofrecer más productos ecológicos, cebadas malteras o trigos más duros”, ha puesto como ejemplo.

En el plano formativo, la Asociación de Industrias de Alimentación de Aragón ha defendido una “formación dual”, con una “incorporación licenciados” que venga acompañada de medidas incentivadoras como la “bonificación de sus costes laborales por tres años”, así como “de las cuotas de la Seguridad Social, en caso de que los empleados se establezcan en el medio rural”. Por último, Longás ha reivindicado la unidad de marca de los productos aragoneses bajo el paraguas de “Comparte el secreto” para lograr un “programa único” que acabe con la “dispersión de los anagramas promocionales. “Somos el nueve por ciento de la producción y sólo el tres por ciento de la transformación. ¿Qué tiene que ocurrir para que vayamos todos a una?”, se ha preguntado.

El socialista Sergio Ortiz ha reivindicado que “el presidente Lambán tiene presente la relevancia de la industria alimentaria aragonesa”. “Es imprescindible potenciarla y siempre se ha hecho, más si cabe en esta legislatura, con hechos y recursos económicos”, ha valorado. Por parte del PP, José Antonio Lagüens ha coincidido en que “no solo basta con ser el granero y hay que ser la despensa”. “Tenemos el reto de la transformación en un escenario que no se esperaba: un presupuesto completamente raquítico que no nos permite competir”, ha criticado al Ejecutivo.

La portavoz sectorial de Ciudadanos, Elisa Sacacia, ha defendido que “el sector necesita plan de apoyo estratégico transversal que nos haga competitivos, innovadores y sostenibles, que promocione la cadena de valor y tenga en cuenta relevo generacional”. “El Gobierno lo tiene que coordinar con el presupuesto adecuado”, ha defendido. Desde Podemos, Nacho Escartín ha calificado como “motor económico sin parangón para la vertebración del territorio” al sector alimentario. En su opinión, “hay que apoyarlo todo lo que podamos y en eso estamos las cuatro fuerzas del Gobierno de Aragón”.

El portavoz de CHA, Joaquín Palacín, ha apostado por “sentar las bases para poder crecer y asentar a las empresas que la asociación representa”. Además, ha reclamado “trabajar todos, ganaderos, empresas e instituciones”, para avanzar en la transformación. “Aquí podemos generar más empleo y crecer”, ha valorado. Para Santiago Morón (Vox), “algunas de las soluciones planteadas, como las infraestructuras, son difícilmente realizables a corto plazo porque avanzan lentamente”. “Se tiene que avanzar mucho más en las marcas y distintivos porque son desconocidos para los propios aragoneses”, ha criticado también.

Desde el PAR, Jesús Guerrero ha apostado porque “un sector clave como la alimentación siga siendo estratégico en Aragón”. “Una empresa para ser competitiva debe innovar, internacionalizar y diversificar. El sector lo está haciendo y ustedes van en esa línea”, ha agradecido este portavoz. El diputado de IU, Álvaro Sanz, ha compartido “en buena medida el diagnóstico realizado” y el sector como “herramienta para la vertebración”. “Tenemos que conjurarnos y tener claro el modelo sobre el que vamos a pivotar para transformar”, ha añadido en su turno de palabra ante la Comisión.

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