Jaqueline del Rosario y María Eugenia Gómez, en representación del colectivo, han comparecido esta mañana en las Cortes ante la Comisión de Comparecencias Ciudadanas y Derechos Humanos para denunciar la “represión” que vive Nicaragua y para solicitar una declaración institucional desde el Parlamento aragonés
Jaqueline del Rosario y María Eugenia Gómez, representantes del colectivo Feministas de Aragón por Nicaragua, han comparecido esta mañana ante la Comisión de Comparecencias Ciudadanas y Derechos Humanos para relatar las constantes “violaciones de derechos humanos” que se llevan produciendo en Nicaragua desde el año 2018, cuando comenzaron las manifestaciones “pacíficas” que exigían el fin del Gobierno del presidente Daniel Ortega, y para demandar a las Cortes de Aragón y a los distintos grupos parlamentarios “solidaridad”, “compromiso” y “una declaración institucional”.
Tal y como han relatado las portavoces del colectivo, en Nicaragua “todas las instituciones públicas están al servicio de la dictadura”. “Los servicios sanitarios, por ejemplo, se niegan a atender a los heridos en las protestas, y las universidades expulsan a alumnos y borran su expediente”, han añadido.
Desde Feministas de Aragón por Nicaragua han denunciado también la “falta de independencia del Poder Judicial respecto del Ejecutivo” y, fundamentalmente, la “ausencia de libertad, verdad y justicia” provocada por la negativa del Gobierno nicaragüense a grupos de trabajos independientes como el GIEI (Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes) o a la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Igualmente, en referencia a las elecciones previstas en Nicaragua para el año 2021, del Rosario y Gómez ruegan “garantías” y “cambios en las instituciones encargadas de las elecciones y del recuento de votos”. “Estamos aquí y pedimos su manifestación porque la lucha de los nicaragüenses necesita estar acompañada por una presión internacional cada vez más fuerte y más amplia para que se dé a nuestro país el lugar que le corresponde”, han sentenciado.
Desde el PSOE, Ana María Arellano ha incidido en la ausencia de “libertad de expresión” en Nicaragua y, en este sentido, ha pedido una solución a la crisis que pase por la “vía política”. Además, la diputada socialista ha preguntado a las representantes del colectivo si “serán posibles unas elecciones libres tal y como se encuentra actualmente el país”. El diputado popular José Antonio Lagüens ha asegurado que “no se puede justificar lo injustificable”. “En el siglo XXI no cabe el doble rasero con las dictaduras, pero la comunidad internacional está de acuerdo en acabar con esta y creo que es importante”, ha añadido.
Elisa Sacacia, representante de Ciudadanos, ha agradecido a las portavoces del colectivo la “valentía” de sus testimonios y ha aseverado que su partido “siempre respetará los derechos humanos y la libertad de expresión”, así como “las elecciones libres y justas”. Desde Podemos-EQUO, el parlamentario Nacho Escartín ha declarado que siempre estarán con la gente que “pelea y se manifiesta de forma pacífica aquí o en Nicaragua”. “Además, a las personas que emigráis tenemos que recibiros con los brazos abiertos”, ha sentenciado el diputado de Podemos.
La diputada de CHA Carmen Martínez ha tachado de “lamentable” que “en cualquier lugar del mundo no estén defendidos los derechos humanos”. Por ello, ha afirmado que, desde el grupo parlamentario, les “preocupa” y van a continuar involucrándose. La representante del PAR, Esther Peirat, ha animado al colectivo a “seguir trabajando” y a continuar “la lucha por los derechos humanos”, al tiempo que ha brindado el apoyo de su grupo “para lo que sea necesario”. Por parte del Grupo Mixto, Álvaro Sanz ha calificado el conflicto que vivió Nicaragua en 2018 como “aterrador”, pero, desde su punto de vista, “lo que necesitamos es encontrarnos y dialogar sobre una situación que admite numerosas interpretaciones”.