Francisco Javier Falo ha llamado al “refuerzo” de los sistemas de información y vigilancia y de atención comunitaria y a resolver los “puntos negros” de las residencias de mayores durante su comparecencia en la Comisión de Sanidad, solicitada por Ciudadanos para informar sobre los resultados de la primera fase del muestreo nacional
La segunda oleada del estudio de seroprevalencia arroja una difusión del virus “relativamente baja”, con una mayor incidencia en las personas de más edad y sin “diferencias significativas” entre aquellos que han seguido trabajando presencialmente, además de corregir los porcentajes provinciales del primer muestreo. Estas han sido algunas de “apresuradas” conclusiones ofrecidas por el director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo, durante su comparecencia de esta mañana en la Comisión de Sanidad a petición de Ciudadanos.
Con la prevención por delante de la calidad “un poco incierta” de unos datos “muy preliminares”, el responsable de Salud Pública del Gobierno de Aragón ha considerado que la baja difusión del virus demuestra que las medias de distanciamiento social “han conseguido cortar la circulación del virus”, aunque también deja la lectura negativa de que hay mucha más gente “sensible” ante una segunda oleada de la COVID-19. “Ahora nos gustaría tener un porcentaje del cuarenta por ciento sin haberlo sentido, pero la difusión ha sido relativamente baja y por eso nuestro sistema sanitario ha podido ofrecer esa capacidad de respuesta durante estas últimas semanas”, ha reconocido.
Ante el escenario de un posible rebrote en otoño, en el que los virus se agravan por las bajas temperaturas y la COVID-19 se puede combinar con otros virus, Falo ha asegurado que hay que estar preparado “para lo peor”. Por ello, ha apostado por “reforzar” los sistemas de información y vigilancia y de atención comunitaria, elaborar planes de contingencia en atención primaria y especializada y resolver los problemas detectados en las residencias y centros sociales, “puntos negros” del sistema. “Debemos detectar, asegurar, aislar y detectar los contactos para cortar la transmisión del virus y tenemos que estar finos para reaccionar con tiempos más cortos”, ha asegurado.
Por lo demás, los datos de la segunda oleada corrigen a la baja el porcentaje de prevalencia en Aragón establecido en el primer muestreo del 4,9 por ciento al 4,6 por ciento, con un alza en Huesca (del 4,1 por ciento pasa al 4,4 por ciento en la primera fotografía y al 4,7 por ciento en la segunda oleada), una leve modificación en la provincia de Teruel (del 3,3 inicial la primera muestra queda en el 3,2 por ciento y en el 3,5 en la segunda) y una rebaja de cuatro décimas en Zaragoza (primero se estimó un porcentaje del 5,3 que queda en el 4,9 por ciento, frente al 5,2 por ciento de la segunda tanda).
Para Falo, los resultados del estudio no han causado sorpresa pues responden a la horquilla baja de entre el cinco y el diez por ciento de infectados que contemplaba el Departamento. “Obtenemos una foto de cómo ha circulado la infección del virus en el periodo más crudo cuando el sistema de información se ha centrado en los casos más graves a costa de no poder identificar los casos más leves”, ha explicado.
En cuanto a la distribución de los casos por edades, el responsable de Salud Pública ha apuntado la mayor incidencia en los rangos de mayor edad, del siete por ciento a partir de los sesenta años, un porcentaje que ha atribuido a lo sucedido en las residencias y centros sociales de mayores, uno de los “puntos negros” de la gestión, según ha reconocido en su última intervención. En el caso de los jóvenes, personas entre cinco y treinta años, el estudio recoge que se encuentran por debajo de la media general.
Además, Falo ha señalado que no se han detectado diferencias significativas entre las personas que han trabajado presencialmente y las que no lo han hecho y sí se ha detectado una mayor incidencia entre los que presentaron más síntomas. Frente a ellos, el nada desdeñable 4,6 por ciento de positivos entre aquellas personas “paucisintomáticas” o que han referido escasos síntomas, un concepto del que Falo ha prevenido ante la gran dificultad para identificarlo más allá de las dos semanas más inmediatas al estudio.
Otra de las aplicaciones del estudio ha sido comprobar el nivel “no muy significativo” que se ha dado de seroconversión, esto es, el número de casos negativos en la primera oleada y positivos en la segunda. El director general ha informado de que la provincia de Huesca ha registrado un 0,4 por ciento en este indicador, la de Zaragoza se ha quedado en el 0,9 por ciento y en la provincia de Teruel ha ascendido al 1,2 por ciento. “En Teruel la seroconversión es mayor porque en poblaciones con una densidad baja hacen falta pocos casos para que las tasa de incidencia suban”, ha explicado.
Por último, Falo ha aclarado que el diseño del estudio ha de imputarse al Gobierno central y que el muestreo a cargo del INE ha buscado la “representatividad poblacional” de cada provincia y ha primado los territorios más despoblados, sin tener en cuenta la infección previa de la población. Por ese espectro amplio, ha recalcado que los datos “no pueden ser representativos” para municipios concretos un objetivo para el que habría sido necesario un muestreo diez veces mayor.
Desde el grupo proponente, la diputada de Ciudadanos Susana Gaspar ha iniciado su intervención asegurando que “es el momento idóneo para conocer los datos del estudio, pero también las conclusiones que sacan y las medidas que van a tomar”. A continuación, ha preguntado a Falo “cuáles fueron los criterios que se utilizaron para llevar a cabo la selección de población en Aragón” y “si han valorado ampliar la muestra a la que se realiza la prueba para verificar que el nivel de contagio es tan bajo como arroja la primera prueba”.
Olvido Moratinos (PSOE) ha afirmado que el estudio “nos va a permitir conocer más datos sobre la inmunidad” y “saber si hay posibilidad de reinfección será básico para la toma de decisiones en el caso de que haya una segunda oleada”. Igualmente, ha destacado la “coordinación entre instituciones” y la “generosidad de los ciudadanos”. La diputada popular Ana Marín ha solicitado la opinión del director general en relación con cuestiones como “si se ha aplicado el mismo criterio de selección de la muestra población a todo el territorio español”, “qué ha aportado nuestra Comunidad al conjunto de España” y “si se ha informado del resultado a los participantes”.
La voz de Podemos en la Comisión la ha puesto Itxaso Cabrera, quien ha puesto en valor “la labor realizada por personas que se han puesto a disposición de la Comunidad para poder realizar este estudio y para establecer previsión y prevención”, y ha indicado que “la fase de control de contactos es tarea de Salud Pública en colaboración con la Atención Primaria”. Isabel Lasobras (CHA) ha destacado “la aportación de la ciencia y la tecnología en todo el proceso de la pandemia” y ha instado a los representantes de los grupos parlamentarios a que, “cuando escuchen la palabra ciencia con mayúscula, piensen que es una de las vacunas contra la intolerancia y la demagogia política”.
En representación de Vox, Santiago Morón ha denunciado que, “en la cuarta línea del estudio, se indica que los resultados presentados se refieren a la lectura del test rápido, y sin tener los datos de la venopunción, no podemos valorar si quiera la fiabilidad de los test”. “Lo primero que debemos valorar en un estudio de investigación es el material y los métodos”, ha añadido. Desde el PAR, Esther Peirat ha recordado que “el 27 de abril de 2020 se decide realizar el estudio epidemiológico cuya muestra final estará compuesta por un mínimo de sesenta mil personas” y, en relación con el mismo, ha inquirido a Falo “por qué no se amplía la muestra” y “cuál es el grado de fiabilidad de los tests”.
En última instancia, el portavoz de IU, Álvaro Sanz, ha agradecido a Falo “las explicaciones”, al tiempo que ha declarado que “siguen siendo pocas las certezas con respecto a esta enfermedad” y ha preguntado al director general “qué significa que el 13% de personas que han pasado la enfermedad no tienen anticuerpos”.