El presidente de las Cortes ha recibido esta mañana en la Capilla de San Martín a Mari Carmen Gascón, la viuda del primer Justicia de Aragón en democracia, para mostrarle la exposición de las más de cuatro mil obras donadas por su marido al Parlamento aragonés
El presidente de las Cortes de Aragón, Javier Sada, ha recibido esta mañana, en la Capilla de San Martín del Palacio de la Aljafería, a Mari Carmen Gascón, viuda de Emilio Gastón, el primer Justicia de Aragón en democracia, a la que ha mostrado la exposición de las obras literarias y artísticas donadas por su marido al Parlamento aragonés.
Durante el encuentro, Sada ha explicado que se trata de “una pequeña muestra representativa de lo que ha significado su figura en la historia del aragonesismo” y ha agradecido a la familia “haber donado”, al tiempo que ha resaltado que “se ha puesto a la vista de todos los que visitan la Aljafería para darle una mayor trascendencia”.
La biblioteca, donada en el año 2018, consta de más de cuatro mil volúmenes entre libros, revistas y documentos fechados entre 1710 y 2017 que versan sobre temas propios de Aragón, poesía, ciencias jurídicas, transición política, filología aragonesa o literatura española y latinoamericana. Además, incluye un conjunto bibliográfico de herencia familiar, así como piezas del archivo profesional y personal del Justicia, y anotaciones, reflexiones, trabajos, correspondencia y manuscritos.
Esta colección de obras se encuentra en la capilla de San Martín, donde se puede consultar en formato físico, y, a su vez, está en proceso de digitalización para poder ser consultada a través de internet, cumpliendo, así, con el compromiso de la institución para promover el conocimiento y difusión de su fondo histórico y documental.
No obstante, además del fondo bibliográfico, en 2020, Mari Carmen Gascón donó la obra escultórica de Emilio Gastón ‘Diálogo de lunas’, expuesta en la misma Capilla, y la obra pictórica de Enrique Larroy, ‘Aquí lo que sobra es miedo’. En este sentido, en relación con la escultura, Gascón ha declarado que representa “el derecho a la conversación” entre “una luna pequeña y una grande”, pues “Emilio pensaba que, sin conversación, no puede abrirse tiempo para empatizar y entendernos mejor”. “También hay un arcoíris que muestra el derecho de las minorías a ser escuchadas”, ha añadido, y ha reconocido sentirse “triste y emocionada”.