La sala baja del Palacio Mudéjar ha sido el escenario elegido para presentar la Conmemoración, en la que destaca una representación teatral con más de cien actores y recreacionistas
El presidente de las Cortes, Javier Sada, ha presentado en el Palacio de la Aljafería la XXV edición de la Conmemoración del Compromiso de Caspe que, bajo el lema “¡Volvemos!”, se retoma tras dos años de parón. La fiesta está declarada de interés turístico en Aragón.
Sada ha destacado que este hecho histórico, ocurrido entre marzo y junio de 1412, “es el acontecimiento que cambió la manera de resolver conflictos entre territorios ya que, hasta entonces, la única manera era con la derrota del contrario”. El presidente del Parlamento ha afirmado que en el Compromiso de Caspe “la mediación, el diálogo y el acuerdo consiguieron garantizar una continuidad al Reino de Aragón", algo que se ha integrado entre nosotros “como forma de entendernos hasta formar parte de nuestro carácter”.
Para finalizar, Sada ha señalado que “mientras la confrontación suele ser la norma, aquí estamos, gracias a acontecimientos como el Compromiso, a la tradición del pacto y a la búsqueda de soluciones, sea cual sea la ideología” y ha animado a los organizadores del acto a “que no dejen de contar una historia que supuso cambiar las armas por las palabras”.
Durante la presentación también han intervenido Pilar Mustieles, alcaldesa de Caspe; Rafael Lumbreras, concejal de cultura; y Darío Español, director de la recreación.
Los actos de Conmemoración comenzarán el sábado 18 de junio y continuarán durante el fin de semana siguiente, con multitud de actos repartidos por toda la ciudad de Caspe. El más destacado será la escena teatral, a las 23:00 horas del sábado 25 de junio, con la participación de un centenar de actores y recreacionistas bajo el título “El Compromiso de Caspe, la elección de un rey: lo que jamás nos contaron del Compromiso”. En el acto dramático se repasan los entresijos que estuvieron detrás de la elección de Fernando de Trastámara como nuevo rey de Aragón, tras la muerte sin descendencia, en 1410, de Martín I “el Humano”.