Héctor Sánz, acompañado por Ricardo Ibarra, presidente del Consejo de la Juventud de España, y Peter Matjasic, presidente del Foro Europeo de la Juventud, ha defendido esta mañana en la Comisión de Comparecencias el trabajo del organismo aragonés de representación juvenil, a la vez que ha denunciado el “irrisorio e injusto” presupuesto para 2013 y su conversión en un órgano consultivo
Zaragoza, 05/02/2013.- El presidente del Consejo de la Juventud de Aragón, Héctor Sanz, ha traslado esta mañana a los miembros de la Comisión de Comparecencias y Peticiones Ciudadanas la “posibilidad real” de que el órgano aragonés de representación juvenil “desaparezca”, ante la "irrisoria" e "injusta" dotación económica prevista para su funcionamiento por parte del Gobierno de Aragón para 2013.
Sanz, que ha estado ha acompañado en su comparecencia en la sede parlamentaria por Ricardo Ibarra, presidente del Consejo de la Juventud de España, y Peter Matjasic, presidente del Foro Europeo de la Juventud, ha iniciado su intervención dejando claro que esta reducción presupuestaria, de setenta mil euros a dos mil quinientos, ha llevado a una “situación crítica” al Consejo de la Juventud de Aragón, poniendo en riesgo la continuación de un buen número de proyectos, entre los que se incluyen diversas iniciativas en las comarcas o un plan de fomento del empleo juvenil, así como la situación laboral de las dos trabajadoras del Consejo.
Para Sanz, los motivos que se alegan desde el Gobierno de Aragón son “poco entendibles”, y se resumen en su “escasa representatividad”, al aglutinar solamente a un 20 por ciento de la juventud aragonesa, en “hacer política” y en la necesidad de realizar recortes debido a la crisis económica. “Representar a más de un 20 por ciento de la juventud aragonesa es un gran logro -ha resaltado Sanz-, es una cifra que podría equipararse a la representatividad del partido gobernante. Además, hacer política es algo inherente, que no es lo mismo que actuar de forma partidista”.
Respecto a la dotación económica, la ha calificado de “irrisoria” e “injusta”, y ha reclamado una partida presupuestaria en vez de una subvención, “por la que tendrían que competir con las asociaciones que forman parte del Consejo”, a la vez que ha rechazado de plano la posibilidad de que la nueva ley convierta el Consejo en un órgano consultivo que “saldría mas caro”.
Por su parte, Ricardo Ibarra y Peter Matjasic han puesto en valor la labor del Consejo y su gestión, remarcando la capacidad de adaptación de este órgano y su importancia a la hora de hacer llegar la voz de los jóvenes no solo a las instituciones aragonesas, sino por toda Europa.
El portavoz del PP, Ramón Celma, ha entendido el malestar de los comparecientes pero ha justificado el recorte en la dotación económica debido a la existencia de redundancias entre las competencias del consejo y del Instituto Aragonés de la Juventud. Celma ha declarado que el organismo no cuenta con una representación mayoritaria y presenta problemas de gestión, aunque ha aclarado que no se busca la desaparición del consejo sino que “se ocupe de la parcela que le corresponde y para ello no necesitan dotación económica”.
María Victoria Broto, diputada del PSOE, ha denunciado un desmantelamiento de las políticas de juventud por parte del Gobierno y ha lamentado que “se intente acabar con un organismo que podría ayudar a luchar contra el paro juvenil”. Broto ha negado que el Consejo y el Instituto de la Juventud aragoneses compartan atribuciones, ha puesto en valor el gran trabajo del organismo, al que considera una “escuela de ciudadanía”, y ha reclamado que se recupere el acuerdo alcanzado por todas las formaciones políticas en vez de la nueva ley que pretende convertirlo en un órgano consultivo.
Por parte del PAR, Manuel Lorenzo Blasco ha apostado por el mantenimiento del consejo, ha defendido que éste acerque los jóvenes a la administración y ha declarado que es un buen momento para la reflexión y la autocritica, motivo por el cual no vería mal una nueva ley del Consejo de la Juventud de Aragón “que sea consensuada”. El representante del PAR ha señalado la financiación pública del organismo como un punto débil y le ha criticado por el desconocimiento que los jóvenes tienen de él, ya que cree que “no esta funcionando”.
La representante de CHA, Nieves Ibeas, ha defendido el abandono de las políticas paternalistas ya que no se trata de controlar al Consejo sino de “fomentar la participación de los jóvenes”. Ibeas se ha mostrado preocupada de que ésta no sea una decisión puntual, sino fruto de un planteamiento ideológico que provoque que el organismo no pueda actuar como elemento dinamizador o representar adecuadamente los intereses de la juventud aragonesa. Así pues ha mostrado su “rechazo absoluto a los discursos del Gobierno acerca de la escasa participación de la juventud en el Consejo” y ha puesto en valor la tarea social que realizan “aunque no guste al Gobierno”, recalcando que debería ser impulsada al ser una “escuela de ciudadanía activa”.
Por ultimo, la representante de IU, Patricia Luquín, ha mostrado su perplejidad por el retraso en la comparecencia del Consejo de la Juventud de Aragón, pedida en octubre de 2011, y ha recalcado que la disolución de dicho órgano responde a motivos ideológicos y no económicos. En opinión de Luquín, el cierre del Consejo es “una locura”, debido a “la importancia de conocer lo que piensan los jóvenes aragoneses” y “porque aportan soluciones ala difícil situación actual”. La diputada de IU ha calificado la dotación económica de “tomadura de pelo” y ha declarado que el consejero quiere cerrar el ente “porque le molesta” y “corren malos tiempos para el asociacionismo y la pluralidad”.